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Estos snacks te ayudarán a estudiar mejor

Fecha de publicación: 14 Octubre 2021

sandwich vegetal imagen

Es de conocimiento general, y reiterados estudios así lo corroboran, que la alimentación influye directamente y a corto plazo en la productividad tanto laboral como estudiantil. Mantener una dieta sana y equilibrada, es un secreto a voces que, de igual forma que el descanso y el deporte, fomenta una mayor eficiencia y productividad. Es decir, no sólo se trabaja o estudia con más energía, sino que también se hace con mejores resultados.

Fruto del acelerado ritmo de vida contemporáneo, las comidas han ido acortándose, hasta quedar relegadas a un segundo plano en el día a día, siendo incluso muchas veces sustituidas por tentempiés rápidos. Y es que, aunque todavía tengamos la paciencia y el buen hábito de parar nuestra rutina para coger aire y comer con tranquilidad, los snacks se han convertido en protagonistas de nuestro día a día alimenticio. Sin darnos cuenta, estas pequeñas porciones pueden hacernos grandes aportaciones a nuestro cuerpo y mente.

 Es por ello que es de vital importancia que pongamos atención a lo que ingerimos cuando paramos motores.

 

¿Qué snacks son más beneficiosos para la mente

  • Nueces / Almendras / Avellanas: los frutos secos son antioxidantes y neuroprotectores. Además de contener grasas saludables y ser una fuente rica en vitaminas.
  • Granola, avena, muesli, trigo: los cereales ayudan a reducir el estrés por su aporte gradual de energía y son de alto contenido vitamínico. (Atención: los cereales industriales, aunque no son considerados alimentos basura, contienen un contenido elevado de azúcar que favorece los picos de estrés y tienen efectos nocivos en nuestra variabilidad corporal).
  • Yogur, queso, leche: los lácteos introducen triptófano, un aminoácido esencial —que nuestro organismo no genera, y que, al igual que el ejercicio físico, favorece la producción de serotonina. La serotonina es conocida como la “hormona de la felicidad” y, por supuesto, contrarresta los efectos del cortisol (“la hormona del estrés”).
  • Manzanas, fresas, mandarinas: las frutas van cargadas de vitaminas, de fructosa y glucosa – que sacia los deseos dulces provocados por el estrés – y, de agua. La hidratación es un elemento clave en el funcionamiento neuronal.
  • Plátano: además de aportar todos los beneficios de la fruta en general, el plátano es también portador de triptófano.

Aparte de los alimentos citados, tal y como apuntaba la nutricionista Felicidad Martínez en una entrevista al diario “El País”, “los nutrientes fundamentales para el rendimiento son todas las vitaminas del grupo B, sobre todo la B12, y D. También magnesio, selenio… todos ellos actúan sobre el sistema inmune y ayudan al metabolismo a obtener energía”.

 Cómo ayudar a reducir el estrés con la comida de forma saludable

La comida puede ayudar a combatir el estrés a corto plazo. Por un lado, por la relación emocional que tenemos con ella y, por el otro, por el efecto físico que sus nutrientes tienen en nuestro organismo.

Como brevemente hemos explicado anteriormente, durante los picos de estrés aumentan los niveles de cortisol, una hormona que actúa como neurotransmisor y que controla el equilibrio de las funciones básicas del cuerpo humano (regula el metabolismo, controla el ciclo de sueño y contribuye con la memoria y la concentración, entre otros). Si los picos son sólo eso, picos puntuales de estrés, es muy probable que nuestro apetito desaparezca.

Pero si los picos se alargan en el tiempo, el cortisol acaba provocando un aumento ilusorio del apetito, derivado del desequilibrio en el metabolismo. Una desestabilidad que engaña a nuestro cerebro de forma mental y emocional que requiere al cuerpo de azúcar. Es por ello que, según Felicidad Martínez, en su entrevista a El País, “apetece comida rica en grasa y azúcares”. Los conocidos como “alimentos consuelo. Te producen un cierto placer que compensa ese estado negativo. Pero no son los que más nutrientes aportan y provocan digestiones pesadas”.

Así pues, el cuerpo está necesitado de azúcar y, por tanto, hay que dárselo. Pero la forma es clave. Si el alimento consumido libera el azúcar lentamente, como la fruta, las legumbres, los cereales y las patatas, aportará energía a largo plazo y satisfacerá más. Y, en consecuencia, la ansiedad queda reducida. Pero si el azúcar es liberado de forma inmediata, como en el caso de chocolatinas o chucherías, una vez el cuerpo absorbe el azúcar vuelve la sensación de bajón emocional e insatisfacción alimenticia.

Otro elemento a tener en cuenta ya mencionado previamente es el triptófano. Un aminoácido esencial que, al no ser producido por el organismo humano, debe ser introducido a través de alimentos como el plátano, los lácteos, el pescado azul, los huevos, o los frutos secos. El triptófano favorece la producción de serotonina, la popularmente conocida como “hormona de la felicidad”.

¿Quieres saber más? ¿Informarte mejor? Ponte en contacto con un nutricionista para que te aclare todas las dudas que tienes pendientes y te ayude a mantener una dieta sana y nutritiva, tanto para tu cuerpo como para tu mente.


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